6 pasos para una efectiva comunicación del reglamento

Es bastante conocido que quien adquiere en condominio queda sujeto al reglamento existente, pues así lo establece el artículo 34 de la ley 7933 del 28/10/1999, Ley Reguladora de la Propiedad en Condominio:

ARTÍCULO 34.- Quien adquiera derechos en un condominio quedará sujeto al reglamento existente.”

Sin embargo, es muy frecuente que las personas no conozcan el Reglamento. Ya no solo al momento de adquirir sino durante el tiempo de su permanencia como condóminos. Por ello, esta nota pretende sugerir algunas estrategias para que la administración colabore en el proceso de divulgación del reglamento:

1.- Primero, la certeza: es imperativo que el condominio cuente con una versión completa, certificada de la escritura de constitución completa inscrita y sus adicionales si las hubo, así como de las modificaciones (y las adicionales a estas) si las hubo. Si tiene dudas sobre cómo reconocer este documento puede ver esto.

2.- La comodidad: el condominio debe hacer el trabajo de transcribir a un formato que permita búsquedas, ya que el texto inscrito, normalmente (salvo que sea testimonios digitales) será un escaneo que no permite el reconocimiento del texto para buscar. Un dictado a texto podrá incluso ser una buena aproximación a esta labor, si no se dispone de otro documento digital.

3.- La segmentación: A los propietarios les interesa todo el reglamento, pero a los residentes solo las normas relativas a la residencia o permanencia en el inmueble. A la seguridad le interesarán algunos artículos solamente y a los visitantes otros. Se recomienda hacer versiones reducidas de extractos segmentados según el público para fácil conocimiento.

4.- Los diversos canales: En ocasiones nos limitamos mucho a creer que la única forma de comunicar el reglamento, como norma escrita que es, por la vía escrita de copia textual. Nada impide que para su divulgación haya videos, audios, señales y otros extractos que referencien o recuerden en reglamento. Analicemos: un rótulo de no estacionar puede sustentarse en una norma que impide estacionar en esa zona y nadie pensaría que es más conveniente un gran rótulo con la transcripción del texto del Reglamento. Esa misma comunicación icónica podemos usarla en otras áreas donde se dan los principales problemas que ya se sabe que tienen lugar en ellas.  

5.- El aprendizaje: En los comunicados o informes operativos la administración puede incluir extractos del reglamento sobre algún tema con el fin de repetir y educar, ya que es una excelente forma para que los residentes, condóminos y el personal mismo de la administración, puedan recordar las normas.

6.- La revisión y conversación: Es de gran utilidad incluir puntos informativos en las asambleas para destinar unos minutos (diez, por ejemplo) a recordar las normas sobre un determinado aspecto. Esto puede además abrir espacios de diálogo para cuestionar las normas y plantearse si son efectivas, realistas o incluso necesarias. Si se concluye que no son adecuadas, se inicia su proceso de modificación. Si se concluye que sí lo son se recuerda y confirma por qué: es más sencillo obedecer por convicción.

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