Nuevo año, nuevas costumbres
1.- Construya relaciones, no conflictos: los conflictos nacen solos, no hay que hacer ningún esfuerzo, son como el monte. Pero las relacionas hay que crearlas y mantenerlas como un jardín. Conozca a sus vecinos. Pida que haya momentos y lugares de interacción. Trate de que haya proyectos en común, sencillos y que no impliquen gastos: recuerde que son una excusa para la interacción solamente. Si no tiene tiempo para ello, no se preocupe, comience por el consejo de su abuelita y al menos diga “¡Buenos días!”
2.- Pida cuentas, estúdielas y opine sobre ellas: Hágase la disciplina de leer el informe financiero mensual. Si le es fácil la materia aproveche y aconseje. Si no es lo suyo, aprenda. Trate de entender cada gasto, de imaginar escenarios de mejor uso del dinero (SU dinero) y retroalimente a la administración siempre. Ojalá si es además con algún reconocimiento por algo bien hecho.
3.- Conozca las labores de la administración: Pida a la administración un detalle de las labores que debe de hacer. Anótelas y ponga atención a su día cuando esté en el condominio: ¿Hay algo que no está incluido y debe de hacerse? O, mejor aún: ¿Hay algo que se hace, no está incluido y por eso se invisibiliza? En cualquier caso, actualice la tabla. Le va a ser muy útil al final del año cuando llegue la Asamblea en la que se rindan cuentas.
4.- Comprenda el Reglamento: No se trata de conocerlo. Es cierto que la mayoría de los compradores escasamente lo han leído. Algunos le dan una leída superficial ante algún problema. Pero si usted se toma el tiempo de leerlo completo con atención unas tres veces en el año, parta comprenderlo, va a ganar mucho en conocimiento sobre cómo funciona el condominio. Si le es posible además, pida a la administración que presente de forma más sencilla la información, con imágenes o textos cortos frecuentes.
5.- Participe en algún comité: Quizás la Junta es un trabajo pesado, pero podría comenzar con asistir a algún comité. Suele ser unas dos horas al mes y se puede aportar mucho al condominio. Además, se comprende mejor la labor de sus vecinos condóminos y de la administración cuando deba soportar tratos no tan adecuados de otros vecinos.
Quizás haya observado algo y es que todas estas costumbres implican tiempo y trabajo para usted.
Es cierto que hay una administración pagada, pero también hay una gran verdad que encierra un dicho muy viejo: el ojo del amo engorda el ganado.
Recuerde que su condominio, es suyo.