¿Están en peligro los compradores de condominios?
Hace algunos días se suscitó
mucho interés por las condiciones de venta de un proyecto inmobiliario, que
parece fue muy publicitado en fin de año en televisión nacional.
Todo se originó por una
publicación de un abogado. La empresa contestó
en su perfil de la red social Facebook y el abogado hizo algunas adiciones a su
publicación original así como una
réplica, y luego hizo un llamado
a quienes se encuentren en situación similar a la de su cliente a que lo
contacten.
No es nuestra intención entrar al
fondo de este asunto ya que no conocemos los detalles, sin embargo sí hay
algunas situaciones que merecen reseñarse como lecciones aprovechando el
contexto.
Hay al menos cuatro preguntas
básicas que una persona que desee adquirir en condominio debe hacerse.
1.- ¿Qué está comprando?
Es absolutamente lícita la venta
de un inmueble por desarrollar, incluso una filial que sólo exista en el papel.
Lo importante es ser consciente de ello. El modelo de negocio del desarrollo
inmobiliario presenta etapas iniciales en las que se puede adquirir un inmueble
aún sin que se haya movido tierras aún. Claro que la certeza de una
construcción terminada debería valer más que la expectativa de una no terminada
(o no iniciada).
Es esencial cerciorarse de que el
compromiso de venta (sea como promesa, o la venta misma) detalle claramente la
filial y su descripción completa así como las áreas comunes y su descripción
completa. Muy frecuente es, lamentablemente, que haya áreas comunes sin
terminar y ya se concreten las ventas. O bien que se hagan adquisiciones sin
inspecciones técnicas previas.
Al sector inmobiliario le sirve
que se pueda desarrollar sin tener que hacer todas las áreas comunes o incluso
poder captar adelantos sin haber siquiera cortado el pasto ni adquirido el
terreno. Si desea seguir por ahí, deberá reforzar sus auto-controles como
sector para evitar legislación que al calor de pasiones políticas les complique
el negocio.
Ahora, no sólo está comprando un
inmueble sino que aparejado van una
serie de obligaciones, así que insistiremos en la importancia de conocer
el Reglamento, ahondar hasta en el estado de conservación
documental para el futuro, procurarse documentos y garantías de que no
estará comprando una deuda
por cuotas de condominio, etc.
Si desea un resumen al menos siga
esta guía
previa a la compra.
2.- ¿A quién se lo está comprando?
Uno de los elementos que se cuestiona
es da debilidad o fortaleza (según quien argumente) de la empresa
desarrolladora. Desconocemos totalmente esa condición para este desarrollador.
Hay algo que sin embargo es muy frecuente y es que el dueño del terreno, quien
solicita los permisos de movimientos de tierras y construcción, quien financia
al desarrollador, quien desarrolla, quien vende y quien comercializa sean todos
personas distintas.
Con el uso de sociedades que a
veces sólo tienen como bienes el proyecto que desarrollan, tienden a cubrirse
riesgos legales derivados del desarrollo. Además, es muy frecuente que quienes
financian (entidades financieras usualmente), exijan que la propiedad se
coloque en un fideicomiso bajo su control mientras se desarrolla y paga el
crédito. Sumemos a eso la existencia de fideicomisos de desarrollo derivados y
se ve que la lista de personas crece.
Hay una solución muy simple:
Quien comercializa aludirá a trayectorias, solidez y respaldo. Muy bien, que
esa persona sea parte del contrato como garante con una garantía real sobre las
promesas hechas. Antes decían que “al buen pagador no le duelen prendas”.
3.- ¿En qué condiciones es la compra?
No es lo mismo comprar de contado
que al crédito ya que el dinero tiene un costo que alguien (quien requiere del
dinero) deberá asumir.
El precio final debe ser claro
así como las condiciones de financiamiento. Si esto puede variar debe
contabilizarse la variación y tener una rápida estrategia de salida.
Independientemente de si se compre
para inversión o para residencia propia, el valor, la posibilidad real de dar
en alquiler o vender, así como los posibles ingresos esperables por alquiler o
venta deben ser parte de cualquier estimación de negocio inmobiliario. Si
además de todo eso hay plusvalía, genial.
4.- ¿Cuándo recibirá lo comprado?
Si se ha hecho una adecuada tarea
hasta este momento tendremos un contrato de compraventa sólido, vinculado a la
terminación de la propiedad, y con el respaldo de quien nos ofreció respaldo.
La fecha de entrega puede variar
por muchas razones, desde avance hasta condiciones económicas, o naturales. La pregunta
es ¿Quién asume los costos de los retrasos?
Asegúrese de que sea pactado
desembolsar el precio final hasta que TODO esté concluido, dentro y fuera de su
filial, y no antes.
Cuando esté tomando su decisión
de compra, además de ver el jardín que le prometen e imaginarse en el gimnasio
o la piscina, o a sus hijos jugando en su nueva casa, por favor, por un momento
piense en todo lo que sucedería si nada de lo prometido se realiza. Esa duda es
sana, no la silencie con la brisa de los árboles que verá desde su balcón y
busque el apoyo profesional necesario.