Desarrollo de Condominios y disponibilidad de agua
El consumo de agua potable, el desperdicio y contaminación tiene a nuestro país en condiciones similares a las de regiones desérticas.
Si bien es cierto que predecir el futuro es, como decía Peter Drucker, “circular por un camino rural de noche con las luces apagadas y viendo por la ventana de atrás”, sí es claro que en esas condiciones y con ese comportamiento, es casi seguro que algo terrible ocurrirá. Sólo un milagro podría salvarnos de un accidente. Sin embargo, muchos milagros se postergan para formar carácter a partir de asumir las consecuencias de nuestra actos.
Esto describe nuestra situación con relación al abastecimiento del agua para consumo humano y eso tiene consecuencias directas sobre el desarrollo y habitación de los condominios en nuestro país.
Según un estudio de la Contraloría General de la República de 2002 (DFOE-AM-41/2002), el aumento en el consumo de agua potable entre el año 1990 y el 2001, ha creado una presión sobre el recurso hídrico similar a la que experimentan regiones desérticas como Egipto, Libia (parece que no solamente en la prohibición a la FIV nos parecíamos) y los Países de la Península Árabe. A esta situación se le suma la contaminación por desechos industriales y la disminución de la recarga acuífera por obras de urbanización en zonas de recarga que no estaban adecuadamente protegidas por normas legales. La extracción de agua subterránea pasó de un 16,3% en 1996 a un 62,5% en el año 2000.
Este proceso, por supuesto sólo se ha agravado en estos diez años desde ese informe. No sería sorpresa que hubiera aumentado la cantidad de inundaciones por efectos de una mayor escorrentía superficial de aguas al haber más zonas impermeabilizadas con construcciones y menor cobertura vegetal y forestal.(Ver noticia sobre Heredia)
Ante este escenario es imperativo que los condominios y los desarrolladores de condominios tomen medidas inmediatas para proteger el recurso hídrico pues sin él no habrá negocio para nadie.
Primeramente el condominio debe determinar la capacidad interna para poder sobrevivir ante un escenario de cortes y racionamientos en el suministro. La adquisición y adecuado mantenimiento de este tipo de infraestructura será vital para la vida del condominio en el futuro cercano.
Adicionalmente, la administración, como representante de los intereses de todos los condóminos, debe contar con el apoyo de parte del condominio para participar en la gestión comunal del recurso hídrico, siendo vigilante del cuido y disponibilidad de las fuentes de abastecimiento de su zona.
Tercero, debe ser vigilante permanente de la calidad del agua por medio de evaluaciones químicas regulares que sean difundidas en el boletín mensual de información a los condóminos y residentes.
Cuarto, en una perspectiva interna, debe vigilar por el adecuado uso del agua promoviendo en los condominios normas de cuido del agua, restringiendo actividades que suponen un gran consumo, aunque afecten aseo de vehículos, diversión o elementos decorativos. El cuido del agua de las piscinas para no rellenarlas frecuentemente es vital.
Quinto, ahora en una perspectiva más de largo plazo que debe interesar a condóminos está por supuesto ir buscando posibilidades de abastecimiento alternas como puede ser hacer uso de normas que permiten la perforación y concesión de agua proveniente de pozos para el auto abastecimiento del condominio.
A los compradores de futuros proyectos, lo que les queda es antes de pensar en firmar una opción de compra, verificar que todas estas previsiones dichas (y otras adicionales además) hayan sido tomadas de forma que se garantice el recurso; y a los desarrolladores, si hay adecuada planificación y presión de sus clientes, incluir en sus costos todas estas previsiones.
Si bien es cierto que predecir el futuro es, como decía Peter Drucker, “circular por un camino rural de noche con las luces apagadas y viendo por la ventana de atrás”, sí es claro que en esas condiciones y con ese comportamiento, es casi seguro que algo terrible ocurrirá. Sólo un milagro podría salvarnos de un accidente. Sin embargo, muchos milagros se postergan para formar carácter a partir de asumir las consecuencias de nuestra actos.
Esto describe nuestra situación con relación al abastecimiento del agua para consumo humano y eso tiene consecuencias directas sobre el desarrollo y habitación de los condominios en nuestro país.
Según un estudio de la Contraloría General de la República de 2002 (DFOE-AM-41/2002), el aumento en el consumo de agua potable entre el año 1990 y el 2001, ha creado una presión sobre el recurso hídrico similar a la que experimentan regiones desérticas como Egipto, Libia (parece que no solamente en la prohibición a la FIV nos parecíamos) y los Países de la Península Árabe. A esta situación se le suma la contaminación por desechos industriales y la disminución de la recarga acuífera por obras de urbanización en zonas de recarga que no estaban adecuadamente protegidas por normas legales. La extracción de agua subterránea pasó de un 16,3% en 1996 a un 62,5% en el año 2000.
Este proceso, por supuesto sólo se ha agravado en estos diez años desde ese informe. No sería sorpresa que hubiera aumentado la cantidad de inundaciones por efectos de una mayor escorrentía superficial de aguas al haber más zonas impermeabilizadas con construcciones y menor cobertura vegetal y forestal.(Ver noticia sobre Heredia)
Ante este escenario es imperativo que los condominios y los desarrolladores de condominios tomen medidas inmediatas para proteger el recurso hídrico pues sin él no habrá negocio para nadie.
Primeramente el condominio debe determinar la capacidad interna para poder sobrevivir ante un escenario de cortes y racionamientos en el suministro. La adquisición y adecuado mantenimiento de este tipo de infraestructura será vital para la vida del condominio en el futuro cercano.
Adicionalmente, la administración, como representante de los intereses de todos los condóminos, debe contar con el apoyo de parte del condominio para participar en la gestión comunal del recurso hídrico, siendo vigilante del cuido y disponibilidad de las fuentes de abastecimiento de su zona.
Tercero, debe ser vigilante permanente de la calidad del agua por medio de evaluaciones químicas regulares que sean difundidas en el boletín mensual de información a los condóminos y residentes.
Cuarto, en una perspectiva interna, debe vigilar por el adecuado uso del agua promoviendo en los condominios normas de cuido del agua, restringiendo actividades que suponen un gran consumo, aunque afecten aseo de vehículos, diversión o elementos decorativos. El cuido del agua de las piscinas para no rellenarlas frecuentemente es vital.
Quinto, ahora en una perspectiva más de largo plazo que debe interesar a condóminos está por supuesto ir buscando posibilidades de abastecimiento alternas como puede ser hacer uso de normas que permiten la perforación y concesión de agua proveniente de pozos para el auto abastecimiento del condominio.
A los compradores de futuros proyectos, lo que les queda es antes de pensar en firmar una opción de compra, verificar que todas estas previsiones dichas (y otras adicionales además) hayan sido tomadas de forma que se garantice el recurso; y a los desarrolladores, si hay adecuada planificación y presión de sus clientes, incluir en sus costos todas estas previsiones.